Denigrante el papel de la mujer en la publicidad
Por: Patricia E. Garza Vásquez
Es tan lamentable que no nada más la publicidad, algunos medios dan éste trato a las mujeres, especialmente la televisión y no sólo a eso hace una discriminación muy fuerte hacia el género femenino.
¿Dé que forma? Primero, el papel que le dan a la mujer en los anuncios como un gacho o atractivo no sólo visual sino sexual por medio de algunos comerciales como el de autos, vinos o cervezas.
Y el ejemplo más claro que se tiene es que últimamente se le ha dado de contratar a chicas de cuerpo curvilíneo a las gasolineras del Oxxo para que se vistan de forma provocativa, con ropa sumamente entallada y haciendo movimientos provocativos para las personas que pasan por el lugar, se detengan a observar a éstas chicas que están muy sonrientes.
Obvio quien está mas al pendiente son los hombres que por ir manejando se les olvida que el semáforo ya cambio a verde y que debe de seguir con su camino, esbozando una sonrisa mientras “admira” a las mujeres que ofrecen éste espectáculo. ¿Ya observó? Nada más vea la sonrisa de los hombres viendo a éstas chicas. ¿Qué estarán pensando? Sólo ellos saben.
En el hombre –según el libro “¿Qué hago si mi media naranja es toronja?” del Doctor Jesús Amaya y de la Dra. Evelyn Prado dice: “Que en el hombre la hormona que provoca el deseo sexual es la testosterona, la misma que influye en la conducta agresiva”. Además agregan que en los mapeos cerebrales (Sax, 2005) muestran una gran activación en la base del cerebro masculino, especialmente en el hipotálamo (área en el cerebro cuya función es el deseo sexual y es más grande en los hombres); mientras que la mujer refleja en forma proporcional más actividad en la corteza cerebral. Lo que dice que el hombre se siente más atraído por la relación sexual que la mujer.
Razón por la que las gasolineras, cerca de ésta tienda de conveniencia, que su venta principal es el vino y la cerveza utilizan ésta estrategia que no deja nada bien parada a las mujeres ya que son un gancho sexual para que los hombres aparte que las admiren al pasar por ahí, se detengan a saludarlas. Y den rienda suelta a su imaginación.
Los publicistas no seleccionan por “casualidad” a estas personas –basta con recordar al edecán, que se hizo famosa con tan sólo unos minutos en el primer debate con los candidatos a la presidencia, que según su productor “nadie” supervisó su vestido-. En la publicidad aparece una mujer que no corresponden con los patrones culturales de los países subdesarrollados si no de los países desarrollados: mujer blanca, joven, atractiva, esbelta, sexy y elegante. Es “la mujer objeto” que se usa como gancho publicitario. Psicológicamente es una mujer dócil, feliz de su sumisión y dependencia, siempre que esto le otorgue dinero, prestigio, vida cómoda. Generalmente de clase alta, sin ser crítica y por supuesto sin rasgos de ser intelectual. Nada más recuerde la imagen de Ninel Conde y de Galilea Montijo compárelas con las de la periodista Carmen Aristegui y ya se dio cuenta, quien de éstas tres mujeres ha hecho mas comerciales o han sido contratadas para la publicidad. Efectivamente no se equivoca.
¿Por qué? Porque en el fondo éste tipo de mujeres se adecua al gusto machista de los hombres. Aquí es donde se define el rol, de esposo, padre, amante, amigo etc. La mujer que trabaja si recordamos en los anuncios está ausente y si lo está en las actividades domésticas. Siempre usan a la mujer lavando, planchando, haciendo la comida (tal parece que es su único trabajo) un trabajo que desgraciadamente como ama de casa no es remunerado. Pero en los demás anuncios la mujer no trabaja si no está haciendo una invitación sensual al hombre. Nada más recuerde si usted ha ido a un taller mecánico, o si ha visto los periódicos sensacionalistas existen poster de mujeres con poca ropa que pegan gustosamente en éstos talleres y áreas de trabajo.
También esta ausente la solidaridad femenina, la mujer amiga y defensora de otras mujeres. Si se presenta en grupo es bajo la tónica de chismorreo y conflicto.
Y con esto concluyo que la publicidad a pesar de su pseudo-liberalismo y de sus poses modernistas, mantiene una mentalidad cerrada con respecto a la mujer, es decir al servicio exclusivo y total de los hombres, de los gestos e instintos de los hombres.
Comentarios a: entre_mujeres@hotmail.com: twitter: @entre_mujeress
Fuente: ¿Qué hago si mi media naranja es toronja? Dr. Jesús Amaya y Dra. Evelyn Prado; Editorial Trillas. Y “Realidad y Medios de Comunicación” de Marta Orsini y Gregorio Iriarte. Ediciones Dabar.