el pago por ejercer la libertad de expresión

09.08.2012 10:42

Ya no se sabe si al escribir y entrar a éstos terrenos sea seguro de poder expresarlo y para muestra falta un botón, Lydia Cacho Ribeiro está teniéndolas consecuencias al “atreverse” a denunciar en su libro “Los demonios del Edén” a la red de pornografía que operaba en Can Cun,  Jean Succar Kuri, empresario de origen libanés que reclutaba niñas para ofrecer al mejor postor por grandes cantidades de dinero.

Cuando la protagonista de de ésta historia “Emma” -protegiendo su verdadera identidad la autora del libro-, busca a la periodista para contarle todo lo que había vivido con éste pederasta que radicaba en Can Cun. Lydia decide apoyar a la víctima de ésta red de pornografía y en el cual le menciona nombres de altos políticos del país que se reunían con el libanés para asistir a fiestas y poder tener a éstas niñas que eran reclutadas por el “Tío Jhonny”.

Al hacer esta denuncia la periodista comienza a sufrir las consecuencias de haber publicado “Los demonios del Edén” ya que mediante el libro se menciona el nombre del “protector” de Jean Succar Kuri que de hecho ayudó a que no lo deportarán del país, también de origen libanés. Mejor conocido por “El rey de la mezclilla”, empresario dedicado a las empresas textiles y más aún ubicadas en el estado de Puebla y al ser una fuente de trabajo muy comprometido por el ex Gobernador de aquel estado Mario Marín que ayudó para “darle” un susto a dicha periodista. Recordemos las famosas botellas de coñac donde se escucha que se las regalará este empresario a Mario Marín por ser su “héroe” y haber asustado a la autora del libro.

En su libro “Memorias de una infamia” la periodista narra como fue victima de “detención”  desde un estado como el de Quintana Roo llegarán autoridades de Puebla a llevar a cabo éste secuestro. Y más aún fue amenazada psicológicamente, víctima de tocamientos durante el trayecto de un estado a otro.

Y más aún que estuvieran involucradas las autoridades de Puebla para meterla a la cárcel a Lydia Cacho, en diciembre de del 2005 acusada por difamación y calumnia.  El caso es que ella no ha sido nada más una vez que sufre amenazas lo que lo más reciente la han obligado a salir del país para proteger su integridad física ante la última amenaza que recibió el pasado 28 de Julio.

Si nos ponemos analizar, desde la publicación de su primer libro que fue en Junio del 2005, desde entonces y a la fecha todo lo que ha tenido que vivir vivido Lydia Cacho. Y más aún que las personas que han estado involucradas están libres.

Excepto Jean Succar Kuri que cuando supo que lo iban a detener por las acusaciones de Emma, huye a estados Unidos dónde es detenido y posteriormente deportado a este país donde esta pagando su condena.

Pero… ¿Que pasó con el “Gober Precioso”? cumplió con su mandato todo su sexenio y jamás le hicieron nada por haber entrado de un estado a otro “por sus pistolas” y secuestrar a la periodista. Al empresario protector de Jean Succar no le hicieron absolutamente nada y a Lydia Cacho ha sido victima de una serie de cosas desde hace siete años. Lo más reciente que a través de su radio entra una voz masculina expresándole que dejara de meterse con ellos y lanzándole una serie de amenazas. Ahora la periodista se encuentra en un lugar seguro fuera de la ciudad dónde vive cuidando su integridad personal.

¿Esto es la libertad de expresión que vive una periodista? Ahora ella al publicar ese libro cuenta con las pruebas necesarios y aún así fue acusada por “El rey de mezclilla” por difamación y calumnia a lo que tuvo que pagar la suma jamás pagada por ése delito en Puebla de más de 70 mil pesos.

¿Con eso se paga ejercer su profesión? Y no es el único caso que pasa para las personas que se atreven a denunciar cosas bastante fuerte y delicadas para los intereses de muchas personas. El final de los periodistas por hacer éstas denuncias es lo que sufrió Manuel Buendía el 30 de mayo de 1984  al ser asesinado.

Es lamentable que esta periodista tenga que salir a resguardarse tras amenazas y éste es el país que nosotros vivimos. Ahora usted comprenderá querido lector (a) el porque no pongo el nombre de éste empresario, no tardaría en venir el nuevo Gobernador de Puebla a Coahuila a “invitarme” a dar un paseo por aquellos lugares. Mejor así dejamos nuestra “libertad de expresión”

Comentarios a: entre_mujeres@hotmail.com ; twitter: @entre_mujeress

Fecha: 6 de agosto del 2012. Fuente: “Los demonios del Eden” “Memorias de una infamia” de Lydia Cacho.